Una joven, de 23 años, identificada como Madison Riley Hull, quien era estudiante de Educación Infantil y estaba a seis meses de graduarse cuando fue atacada por los tres perros de la raza pitbull que cuidaba en una casa de Tyler, Texas.
Aunque los dueños de los animales aseguraban que eran perros “amorosos” y que Madison ya los había cuidado antes, algo cambió en su comportamiento días antes del ataque.
Madison ya había cuidado antes los pitbulls
Madison trabajaba como cuidadora de mascotas y también había cuidado a los hijos de los dueños de los tres pitbulls involucrados. Según su madre, Madison había comentado que notó un cambio en la actitud de los perros en días recientes, aunque no había manifestado miedo o intención de dejar el trabajo.
El ataque ocurrió en el patio trasero de la casa donde se encontraba trabajando. Cuando las autoridades llegaron, la joven tenía heridas graves y uno de los perros se lanzó contra un oficial, quien tuvo que disparar para apartarlo y permitir que los paramédicos auxiliaran a Madison. A pesar de los esfuerzos médicos, la joven murió poco después.
Tras el incidente, un juez ordenó sacrificar a los dos perros restantes, decisión que los dueños aceptaron sin solicitar audiencia.
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