Si últimamente ves más cabellos en la almohada que likes en tus fotos, puede que el estrés esté jugando en tu contra. Cuando el cuerpo entra en modo “alerta”, libera hormonas que alteran el ciclo natural del cabello, provocando que más hebras se desprendan.
Pero no es el único villano: la falta de sueño, una mala alimentación, cambios hormonales y hasta el uso excesivo de calor también pueden acelerar la caída.
Estudio de la OMS: anticonceptivos y cáncer cérvicouterino








