Si hay un postre que nunca pasa de moda, ese es el tiramisú. Capas de bizcochos de soletilla empapados en café y amaretto, alternadas con crema de queso mascarpone, crean un bocado irresistible que puedes preparar en casa sin complicaciones. Sólo necesitas huevos frescos, azúcar, mascarpone, café, licor y cacao en polvo.
El secreto está en montar bien las claras, mezclar con las yemas y combinar todo con el mascarpone para lograr la textura cremosa perfecta. Luego, humedece los bizcochos en café con amaretto, monta las capas, espolvorea cacao y deja reposar en la nevera. En menos de una hora tendrás un tiramisú listo para disfrutar, ideal para sobremesas, café o cualquier momento que merezca un dulce toque italiano.
No olvides que, aunque es fácil de hacer, ¡la paciencia es parte del sabor!
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