Además de ser naturales y llenas de sabor, te ayudan a mantenerte saciado, aportan fibra y vitaminas, y aceleran el metabolismo.

Manzana: rica en fibra, calma el hambre y regula el azúcar en sangre.

Piña: su enzima bromelina mejora la digestión y combate la retención de líquidos.

Papaya: ligera, dulce y con enzimas que cuidan tu estómago.

Fresas: bajas en calorías y llenas de antioxidantes que protegen tus células.

Toronja: un clásico para quemar grasa y activar el metabolismo.

Así que ya sabes: la próxima vez que te dé antojo, cambia las papas por una fruta fresca y colorida. ¡Tu cuerpo (y tu báscula) te lo van a agradecer!