La clave está en la mantequilla, un toque de crema y sazonar justo para que cada bocado sea un abrazo de sabor. Para el gravy, usa el jugo del pavo, un poco de harina y caldo hasta conseguir la consistencia ideal. ¡Súper fácil y mega sabroso!

Con este combo, tu cena se va a robar todos los aplausos y algún que otro “¿me pasas un poco más?”. ¡Atrévete a prepararlo y disfruta cada cucharada!

Buñuelos: la receta crujiente que sabe a Navidad