Desde el traslado de la campana original al Palacio Nacional hasta los mitos que rodean a figuras como “El Pípila”, la historia detrás de este ritual revela datos sorprendentes: Hidalgo nunca tocó la campana, el famoso “¡Viva México!” fue añadido tiempo después y el retrato oficial del Padre de la Patria ni siquiera es auténtico.

Estos detalles muestran cómo la memoria histórica se ha ido construyendo con símbolos, anécdotas y hasta invenciones.

VOZ EN OFF: OSCAR GUERRERO
EDICIÓN:OSCAR GUERRERO

¿El presidente de México es el único que debe dar el grito?