La lluvia congelante es uno de los fenómenos más peligrosos del invierno porque convierte cualquier superficie en una placa de hielo. Aunque no es común en gran parte del país, los frentes fríos más intensos del año incrementan la posibilidad de que ocurra en zonas del norte y en regiones de alta montaña.
A diferencia de la nieve o el aguanieve, este tipo de precipitación llega al suelo como gotas de agua líquida que se congelan de inmediato al tocar superficies bajo cero, lo que eleva el riesgo de accidentes viales, caídas y afectaciones a infraestructura.
¿Por qué la lluvia congelante puede ser tan peligrosa?
La lluvia congelante genera una capa delgada de hielo que normalmente no es visible a simple vista, conocida como “hielo negro”. Este tipo de hielo puede hacer que vehículos pierdan tracción incluso a baja velocidad y provocar cierres viales en autopistas y carreteras.
También puede dañar cables, postes, tuberías y árboles debido al peso del hielo acumulado. En zonas urbanas, el fenómeno representa un riesgo adicional para peatones y personal que realiza actividades al aire libre.
Estados donde podría presentarse lluvia congelante
De acuerdo con pronósticos invernales y patrones de frentes fríos, las entidades con mayor probabilidad de registrar lluvia congelante son:
- Chihuahua
- Durango
- Coahuila (norte)
- Nuevo León (zonas altas)
- Tamaulipas (franja norte)
- Baja California (zona serrana)
- Sonora (áreas de montaña)
En estados del centro del país, como el Estado de México y Puebla, este fenómeno solo podría presentarse en zonas elevadas y bajo condiciones extremas. Mientras que en Morelos, el riesgo es muy bajo debido a su altitud y temperaturas típicas de la temporada.
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