Crujientes, doraditos y con ese toque dulce que huele a hogar, son un clásico de temporada. Prepararlos es más fácil de lo que parece: mezcla harina, un poco de azúcar, mantequilla y huevo hasta formar una masa suave; deja reposar, extiende en círculos delgados y fríelos hasta que tomen ese color dorado irresistible.

El toque final es la magia: espolvorea azúcar y canela, o báñalos con miel de piloncillo. Perfectos para acompañar un chocolate caliente o compartir con la familia mientras suenan los villancicos.

Ya sea que los hagas para vender, regalar o simplemente consentirte, los buñuelos son la excusa perfecta para encender el espíritu navideño.

¡Receta paso a paso de pescado con costra de pistache!