El huapango alternativo está haciendo lo suyo en redes: sacudir algoritmos, romper moldes y despertar la curiosidad de miles de internautas
Dos jóvenes están encendiendo las plataformas con un proyecto musical que fusiona trap y huapango, abriendo un camino donde la tradición y la modernidad se dan la mano sin perder estilo. Misha González, de CDMX (22), y Azalea Báalam, de Yucatán (32), están usando el poder del beat para abrir camino a jóvenes mexicanos.
Su música pone en alto el náhuatl, el maya y nuestras raíces sonoras con un toque folklórico que se siente antiguo, pero vibra a futuro. Es una manera de recordarnos que la herencia es un fuego que se mantiene vivo mientras alguien lo siga tocando.
Le apuestan a algo valiente, no quieren traducir lo que ya existe, sino inventar nuevos juegos sonoros, construir identidad y contar sus historias
En un país con 66 lenguas indígenas y 364 variantes, su propuesta es una punta de lanza desafiante a la hegemonía del inglés y del español que gobiernan la industria en el país.
mientras ellos mezclan beats y tradiciones, dejan claro que nuestras raíces no solo siguen aquí… también saben sonar increíble.