En la calle Aldama, allá en el siempre olvidado Barrio de San Juan en Huitzilac, los vecinos ya no saben si viven en una calle o en un campo de cráteres digno de entrenamiento lunar. Entre hoyos que parecen trampas y grietas que podrían contar su propia historia, transitar por ahí se ha convertido en un deporte extremo no apto para cardiacos.
¿Y las autoridades de Huitzilac? Pobladores de Tres Marías le han dado una nueva imagen al parque