Pero el pavimento sigue desaparecido como por arte de magia, y en cada lluvia, la vía se convierte en un auténtico lago, o mejor dicho, en lagunas extra grandes. Cruzarla es un deporte extremo, y como si fuera poco, el agua estancada se pone contenta y atrae al dengue, que ya se anda paseando por la zona. Los residentes no se rinden y piden a las autoridades que les devuelva una calle digna y seca.

Vecinos de Xochitepec denuncian 23 años sin servicios públicos básicos en la calle Mina