Hoy en Uruapan hay rabia y dolor. Las voces que acompañaban a Manzo piden paz y acciones reales: “Lo único que queremos es paz, es tranquilidad, es salir a la calle sin el temor de que nos dañen, sin el temor de que nos maten…”, dijo alguien cercano en un video. Esa demanda simple —poder vivir sin miedo— es ahora el reclamo de un municipio que siente que le arrebataron la esperanza.

Carlos Manzo se puso al frente de esa exigencia y por eso muchos lo recuerdan con su sombrero: no solo como un símbolo, sino como quien decidió no bajar la voz. Su muerte deja preguntas: ¿qué falló en la protección? ¿Por qué no llegó el apoyo que pedía? Y, sobre todo, ¿qué hará el gobierno para que no se repita?

Rindieron homenaje a Carlos Manzo, este fue el mensaje de su esposa