Los hijos son una bendición, pero también una enorme responsabilidad. Llevar un control prenatal adecuado es clave para reducir riesgos y prevenir nacimientos prematuros.
El embarazo en la adolescencia implica un mayor riesgo de complicaciones obstétricas, especialmente el parto prematuro, es decir, cuando el bebé nace antes de las 37 semanas de gestación. De hecho, las mujeres adolescentes tienen más probabilidades de tener bebés prematuros que aquellas de 20 años.
La prematurez es una de las principales causas de complicaciones en recién nacidos y se vuelve un reto aún mayor cuando ocurre en adolescentes, quienes a menudo enfrentan vulnerabilidad social, acceso limitado a servicios médicos y poca red de apoyo.
En Morelos, existen Servicios Amigables en los Centros de Salud, donde se ofrece atención en salud sexual y reproductiva para adolescentes de 10 a 17 años.
Para las mujeres en etapa pregestacional, es indispensable fortalecer el autocuidado: control prenatal oportuno, consumo de ácido fólico, alimentación balanceada, evitar alcohol, tabaco y otras sustancias, reducir el estrés y vigilar el aumento de peso. Estos cuidados ayudan a prevenir un parto prematuro y favorecen un embarazo saludable.








