Actualmente, Morelos se mantiene libre del Gusano Barrenador del Ganado (GBG), una plaga de alto impacto sanitario y económico. Sin embargo, las autoridades estatales y federales continúan reforzando medidas de prevención, control y vigilancia para evitar su ingreso y propagación en la entidad.

Para proteger la producción pecuaria, se han fortalecido los puntos de inspección zoosanitaria en todas las entradas de ganado al estado. Cada animal es revisado minuciosamente para verificar su estado de salud, identificar heridas y confirmar que cumple con la normatividad sanitaria vigente.

De forma paralela, se intensificó la capacitación para ganaderas, ganaderos y profesionales pecuarios, con jornadas realizadas en municipios como Tepalcingo, Axochiapan, Yecapixtla, Cuautla y Yautepec. El objetivo es claro: sensibilizar sobre los riesgos del gusano barrenador, enseñar a reconocer síntomas de infestación y promover buenas prácticas de sanidad animal.

En el ámbito preventivo, se impulsan medidas de bioseguridad diaria, como la revisión constante del hato, la atención inmediata de cualquier herida, y la desinfección y cicatrización con antisépticos tras procedimientos como castración, descorne o parto. Ante cualquier anomalía, los productores deben notificar de inmediato a las autoridades competentes.

El plan nacional de vigilancia incluye herramientas como el modelo SENASICA, que contempla cordones sanitarios, control estricto en la movilización de ganado, cuarentenas y, cuando es necesario, baños de aspersión con larvicidas o insecticidas para evitar que las larvas de Cochliomyia hominivorax entren a la entidad.

Gracias a estas acciones —inspecciones en tianguis ganaderos, muestreos en ranchos y capacitación continua— Morelos fortalece su condición como zona libre de gusano barrenador, protegiendo así la sanidad y el futuro de su producción pecuaria.