Vergüenza le debería de dar a Juana Elizabeth Díaz Peñaloza, alcaldesa morenista de El Oro en Estado de México y a varios servidores públicos adscritos al mismo partido y al gobierno de la llamada “4T”, quienes fueron literalmente atados por los vecinos. Los mismos exigían que la alcaldesa saliera de su escondite.

Lo anterior sucedió como una protesta ante los supuestos desvíos en el erario público, la deficiente recolección de basura y la falta de agua que padecen los habitantes quienes vaya que supieron aplicar la famosa política de “abrazos, no balazos” y transformarla a “amarres, no discursos”.

Gobernador de Chiapas fue captado conduciendo un vehículo que ronda los 2 MDP