Amatlán de Quetzalcóatl resguarda una de las leyendas más antiguas y representativas de Morelos, vinculada al nacimiento de Quetzalcóatl y a una misteriosa formación rocosa conocida como la Tepexinola.
La tradición ubica aquí el nacimiento de Cé Acatl Topiltzin Quetzalcóatl, en el año 843 d.C., en el sitio llamado Michatlahco. Junto a este origen sagrado, sobresale la Tepexinola, un monolito considerado símbolo de fertilidad, donde desde tiempos prehispánicos se realizan ofrendas y rituales que aún perduran.
¿Cuál es la leyenda de la Tepexinola en Morelos?
El relato cuenta que el guerrero Popocatépetl raptó a la hija y al nieto del Nevado de Toluca. Este, enfurecido, los maldijo:
“Si la joven volteaba hacia el lugar que dejó, ella y su descendencia serían convertidos en piedra”.
Así ocurrió, y sus cuerpos petrificados dieron origen a la roca que hoy domina el paisaje de Amatlán.
La relación entre Amatlán de Quetzalcóatl y el nacimiento del dios
Además de la leyenda de la Tepexinola, Amatlán es reconocido como el lugar donde habría nacido Cé Acatl Topiltzin Quetzalcóatl, figura central de la mitología mesoamericana. Esta conexión histórica y cultural convierte al pueblo en un punto de gran valor para el turismo y la investigación antropológica.
Hoy en día, parejas de diferentes partes del país acuden a la Tepexinola para pedir por hijos, llevando flores, velas y otras ofrendas. Ya que actualmente el sitio es considerado un punto de energía y devoción, donde se entrelazan tradición ancestral y fe contemporánea.
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