Pirotecnia morelense: coloridos toritos y castillos

Martín se dedica a la pirotecnia gracias a su papá quien toda su vida se dedicó a la elaboración de fuegos artificiales; contra la voluntad de su padre comenzó a experimentar con la pirotecnia a sus ocho años.

Martín Villamil, artesano pirotécnico: “agarraba yo por bonita, unas mechas y empezaba a hacer mis palomitas, como las que venden en el tianguis y ya cuando crecí me empecé a meter más con él y él vio que tenía aptitud por qué más que nada era eso el cuidado”.

Narciso antana, papá de Martín: “trabajé los fuegos artificiales y la pirotecnia, empecé a trabajar de lleno sobre la pirotecnia desde 1960”.

A sus doce años ya trabajaban juntos, con la advertencia de que la pólvora no es un juego.

Martín Villamil, artesano pirotécnico: “siempre él me dijo esto lo tienes que tratar mejor que tu mujer, porque a tu mujer en contentas pero esto si lo haces enojar te lleva, te lleva y no regresas”.

Martín siempre tuvo claro que de su trabajo dependería la vida de cientos de personas ya que entre ambos, se dedican a la elaboración de castillos y toritos.

Martín villamil, artesano pirotécnico: “me empezó a enseñar sus fórmulas para hacer los colores, las pólvoras, porque cada cosa que se hace en el norte pirotécnico tiene su fórmula y su modo, porque a veces hablamos de pólvora y generalizamos pero no es así, hay reacciones para cada tipo de efecto que queremos hacer”.

Es así como con toda la delicadeza elaboran cohetes que proyectan increíbles imágenes en el cielo y se han actualizado a tal nivel de coordinar los colores con el ritmo de la música.

Martín villamil, artesano pirotécnico: “antes era de una torre, ahora ya son de dos o de tres torres lo que se hace el show de castillo y ahorita con la nueva tecnología estamos haciendo los piromusicales que van al ritmo de la música y también ya lo estamos haciendo, ya tengo la tecnología en las manos y tiene uno que estar a la vanguardia porque si no no te llaman”.

NarcisoSantana, papá de Martín: “yo ya no trabajo... ya tengo esta edad y pues ya no... yo sé que puedo trabajar pero me dice mi hijo ya no trabajes, el destino me ha dejado vivir estos años y le doy gracias porque a la edad que tengo algunos ya no se paran”.

Por ahora, Martín es el encargado del negocio debido a la avanzada edad de su papá, él continuará trabajando con la ya tradición familiar, para que chicos y grandes disfruten con precaución de las fiestas tradicionales.

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