¿Sabías que Morelos es tierra de joyas aladas que casi nadie nota?
En medio del ajetreo de Cuernavaca y sus alrededores, hay habitantes diminutos que desafían las leyes del vuelo: los colibríes. Estas aves, que pesan menos que una hoja seca y laten sus alas más de 50 veces por segundo, encuentran en Morelos un paraíso.
Especies como el colibrí corona violeta, con su plumaje brillante que parece pintado por un artista, o el piquiancho, con pico rojo y pecho azul intenso, sobrevuelan jardines, matorrales y bosques en busca de néctar. Su presencia no solo embellece el paisaje: indica que los ecosistemas aún respiran.
La diversidad de vegetación en el estado —desde coníferas hasta pastizales— crea el hábitat ideal para estas especies, algunas de ellas exclusivas de México. Además, campañas de observación promovidas por autoridades culturales están ayudando a que más personas descubran, estudien y protejan a estos seres mágicos.
El sacrificio de la abeja melipona, ¡conócela!
[VIDEO] Una abeja sin aguijón defiende su hogar hasta la muerte para conocer la especie de abeja sagrada que habita en el Estado de Morelos.