Un nuevo estudio dice lo contrario y tu memoria podría ser la primera en pagar el precio.

Investigadores de la UNC School of Medicine, en Carolina del Norte, Estados Unidos, descubrieron que solo cuatro días de dieta rica en grasas saturadas son suficientes para alterar el funcionamiento del hipocampo, la región del cerebro encargada de la memoria. Las neuronas se vuelven hiperactivas, lo que provoca confusión, dificultad para recordar y mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Y lo más preocupante: el daño ocurre antes de que subas de peso o notes cambios físicos.

Los expertos recomiendan:

  • Reducir el consumo de grasas saturadas
  • Evitar alimentos ultraprocesados como frituras, embutidos y refrescos
  • Priorizar frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables
  • Mantener una rutina de sueño y ejercicio
  • Estimular la memoria con lectura, juegos mentales y descanso adecuado

Porque lo que comes, también alimenta tu mente.

Cuatro días pueden parecer poco pero para tu cerebro, pueden marcar la diferencia. La comida chatarra no solo afecta tu cuerpo, también tu mente. Y cuidar lo que comes es cuidar lo que recuerdas.

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