El protector o bloqueador solar es un producto esencial en nuestra rutina de belleza. Hay que resaltar que, aunque la función es parecida, estos productos no son lo mismo.
El protector solar es un producto químico de consistencia ligera que absorbe los rayos UV y los convierte en calor para no dañar la piel. El bloqueador solar es un producto mineral que refleja los rayos UV. Muchas veces este último tiende a dejar un tono blanco en la zona donde fue aplicado.
¿Cuándo, cuánto y cómo aplicarlo?
Ya sea en cuerpo o cara, el protector o bloqueador solar siempre irá al final de todos tus productos, es decir, para el cuerpo, después de haber aplicado tus cremas hidratantes y para la cara, al final de tu rutina de skincare y antes del maquillaje.
Para el rostro y cuello, puedes tomar la medida con tus dedos, aplicando el producto en el dedo índice y medio. Deberás distribuirlo por todo el cuello y cara, incluyendo los parpados, orejas, nuca y contorno de ojos. Para el resto del cuerpo, el equivalente a una onza o dos cucharadas soperas. No olvides aplicarlo en el interior de pies y manos.
No olvides reaplicar el producto
Aunque algunos bloqueadores solares, por su consistencia, parezca que siguen en nuestra piel, conforme van pasando las horas, va perdiendo efecto.
Por ello, es importante reaplicarlo mínimo cada 4 horas si te encuentras en interiores cerca de ventanas o sales al exterior y cada 2 horas si estás expuesta de manera constante al sol, después de sudar, nadar o secarte con una toalla.
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