Los chilacayotes y las calabazas naranjas son dos frutos que aunque pertenecen a la familia de las cucurbitáceas, presentan características muy notables que las diferencian entre sí. Ambos son bastante valorados en la cocina nacional, pues se pueden hacer distintos platillos que enriquecen la gastronomía de los hogares.
Aunque el color y la textura son lo más visible, hay más características por las que pueden distinguirse, y es por ello que a continuación exploraremos sus principales diferencias.
Características principales de la calabaza naranja y el chilacayote
Chilacayote
El chilacayote (Cucurbita ficifolia) es una especie de calabaza originaria de Mesoamérica, conocida por su pulpa fibrosa y su alto contenido de agua. Su exterior es verde con rayas blancas, y su carne es blanca y esponjosa.
Su sabor es suave, ligeramente dulce, y sus semillas también son comestibles y ricas en nutrientes. El chilacayote puede soportar tiempos prolongados de almacenamientos, lo que lo hace ideal para conservas.

Calabaza naranja
Perteneciente a la especie Cucurbita pepo o Cucurbita maxima, la calabaza naranja es famosa por su color, mientras que su carne es densa y dulce. Su textura es más compacta y menos fibrosa que la del chilacayote, y su sabor es más intenso y azucarado. Las calabazas naranjas son ricas en betacarotenos, lo que las hace altamente nutritivas, pero su tiempo de conservación es menor comparado con el chilacayote.

¿Existen diferencias culturales entre la calabaza naranja y el chilacayote?
Es importante mencionar que para ambos frutos existen diferencias culturales, pues el chilacayote predomina en preparaciones dulces y bebidas en América Latina. Por su parte, la calabaza naranja es más común en recetas saladas y postres en Norteamérica y Europa. Además, la calabaza naranja es un símbolo cultural en celebraciones como Halloween, algo que no ocurre con el chilacayote.
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