El cempasúchil, conocido como “flor de los muertos”, ya ha empezado a florecer en México, y es que, el temporal de lluvias ha dado las condiciones necesarias para su crecimiento. Además de que su color naranja intenso anuncia la cercanía del Día de Muertos, tradición en la que se convierte en protagonista de altares y ofrendas.
Este ciclo natural responde al clima del país: el cempasúchil se siembra durante el verano y alcanza su mayor esplendor entre octubre y noviembre, justo en las fechas en que se honra a los difuntos. Por generaciones, agricultores han ajustado su cultivo para que la flor esté lista en esas celebraciones.
¿Por qué florece el cempasúchil en estas fechas?
La planta requiere temperaturas cálidas y suficiente humedad para desarrollarse. Al concluir la temporada de lluvias, sus botones comienzan a abrirse de manera masiva. Esta coincidencia entre el ciclo agrícola y las festividades ha hecho que el cempasúchil sea inseparable del Día de Muertos.
¿Qué significa la flor de cempasúchil en Día de Muertos?
Más allá de su belleza, el cempasúchil tiene un profundo significado cultural. En las culturas prehispánicas representaba al sol y se usaba en rituales de vida y muerte. La tradición indica que los pétalos se esparcen desde la puerta de las casas hasta el altar, marcando la ruta que las almas deben seguir y el color naranja intenso se interpreta como la representación del sol y del ciclo eterno de la vida. Además, su aroma es considerado una guía olfativa para los difuntos.
Cabe resaltar que México produce más del 90% de esta flor a nivel mundial, siendo indispensable en las ofrendas que iluminan el camino de los fieles difuntos.
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