El pasado 8 de septiembre, la mujer australiana que asesinó a su familia con hongos, Erin Patterson, fue sentenciada a cadena perpetua con un mínimo de 33 años sin posibilidad a libertad condicional, tras ser declarada culpable de tres cargos de asesinato y un intento de homicidio el pasado 25 de julio, donde Patterson alegó haber comprado las zetas en una tienda asiática, pero el jurado no creyó en su versión.
Asesinó a su familia dándoles de comer hongos
El 29 de julio de 2023, en Leongatha, Australia, Erin Patterson organizó una comida para informar a sus familiares de su supuesto padecimiento de cáncer. Patterson, sirvió a sus invitados un solomillo Wellington preparado con hongos venenosos del género Amanita, conocidos como oronja verde.
Tras ingerir el platillo realizado por la mujer, sus exsuegros, Don y Gail Patterson y la hermana de Gail, Heather Wilkinson fallecieron por envenenamiento. El esposo de Heather, Ian Wilkinson, fue el único que logró sobrevivir tras ser hospitalizado y realizarle un trasplante de hígado.
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