En medio de las inundaciones, vecinos se organizaron para rescatar a quienes no podían salir por sí mismos. Los videos muestran cómo personas ayudan a abuelitos atrapados en sus casas y también a perritos que luchaban por mantenerse a flote. Sin chalecos, sin protocolos, solo con voluntad y empatía.

Porque en momentos de desastre, lo que salva no siempre es la infraestructura, sino la comunidad. Estos gestos muestran que la empatía es el mejor salvavidas. Y que cuidar a los más vulnerables, también es resistir.

El abrazo que resistió la tormenta en las inundaciones de Poza Rica en Veracruz