Entre sus símbolos más reconocibles está La Catrina, un esqueleto femenino con elegante sombrero de plumas, creado a principios de 1900 por José Guadalupe Posada. Originalmente llamado “Calavera Garbancera”, era una sátira de quienes aspiraban a la riqueza y la aristocracia, recordando que, al final, todos somos iguales ante la muerte.
Diego Rivera la inmortalizó en su mural “Sueños de una tarde de domingo en Alameda Park”, consolidando su imagen actual. Hoy, La Catrina inspira maquillaje, disfraces y artesanías que celebran la vida y honran a los antepasados. Más que un símbolo de la muerte, representa autenticidad: vivir tu verdadero yo sin pretensiones.
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El saludo que hizo llorar a un niño, el bicho lo logró
