Lo que pintaba para ser una mañana tranquila de preparativos navideños en Brasil terminó convertido en un desastre.
Una grúa que levantaba la estructura de un enorme árbol de Navidad cedió de pronto, dejando a un trabajador sin vida y a otro herido. La escena era caótica: estaban por colocar la segunda parte de la base del árbol, mientras tres operarios iban colgados junto a la carga. Abajo, en las faldas de la estructura, había gente caminando como si nada, en lo que parece una plaza comunitaria.
Expertos que ya analizaron el accidente señalan fallas básicas pero graves: ningún trabajador debería ir sobre la carga; el área de maniobras debe estar señalizada; no se debe permitir el paso de peatones bajo una grúa activa; y, claro, es obligatorio calcular con precisión el peso y el ángulo de la maquinaria.
Un error tras otro… y un recordatorio doloroso de que la seguridad no es negociable.








