Si se acelera mucho tu corazón sin razón o late demasiado lento, ahí sí hay que poner atención. Claro, después de correr, emocionarte o tomar café es normal que se dispare, pero si pasa sin motivo y además trae mareos o dolor, lo mejor es visitar al médico.

Cuida a tu corazón: dale movimiento, buena comida y descanso. Recuerda que solo tienes uno… ¡y merece el mejor trato!

Síndrome del corazón roto: cuando el alma duele y el corazón también