Doña Mary, como la conocían quienes frecuentaban la Central de Autobuses de Puebla (CAPU), falleció el pasado jueves 24 de julio, sentada en la misma banca donde pasaba sus días esperando el regreso de sus hijos. Su nombre real era María de Jesús Mundo, y durante tres años vivió en situación de calle dentro de la terminal, tras haber sido desalojada de su vivienda en Tehuacán. A pesar de los ofrecimientos de ayuda institucional y albergues, nunca los aceptó, pues se aferraba a la esperanza de que su familia volvería por ella.
Durante ese tiempo, subsistió gracias a la solidaridad de viajeros y empleados que la reconocían; dormía, comía y vivía en la misma banca, convencida de que en algún momento sus hijos volverían. Aunque ese día nunca llegó, al menos en vida.
El día de su muerte, trabajadores de la CAPU notaron que no respondía y dieron aviso a los servicios de emergencia. El deceso fue confirmado por paramédicos, y su cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense.
Estuvo cinco días en Semefo hasta que su hija la reclamó
Tras permanecer cinco días en el Semefo de Puebla, finalmente una mujer se presentó a identificar y reclamar los restos de Doña Mary. Presuntamente se trata de una de sus hijas, quien viajó desde Cuernavaca, al enterarse del fallecimiento a través de los medios.
De acuerdo con autoridades, el 29 de julio, la mujer acudió a la Semefo y cumplió con los requisitos legales para recibir el cuerpo de su madre y darle sepultura.
Doña Mary vivió en la CAPU desde 2022 tras ser abandonada por su familia
Testimonios de trabajadores y comerciantes de la terminal afirman que Doña Mary llegó en 2022, tras haber sido desalojada de su vivienda en Tehuacán y ser abandonada por sus hijos.
Durante ese tiempo se le ofreció ayuda en distintas ocasiones, pero ella siempre la rechazó, aferrada a la esperanza de reencontrarse con su familia.
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