¿La razón? Para algunas religiones, esta fecha tiene orígenes paganos relacionados con rituales antiguos que celebraban la muerte y los espíritus, algo que no encaja con sus creencias.
Por ejemplo, algunos grupos cristianos evitan participar porque consideran que el Halloween promueve lo oculto o lo satánico. En cambio, optan por celebrar la vida, la fe o incluso eventos alternativos como “Noches de Luz” o festivales familiares.
Sin embargo, para muchos otros, Halloween se ha convertido solo en una tradición divertida, llena de creatividad y dulces, sin vínculos religiosos.
Sea cual sea tu postura, lo importante es respetar las creencias y disfrutar la temporada con alegría (¡y moderación en los dulces!)
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