Las suspensiones que mueren en combate, por lo que si va a pasar por ahí, lleve botas de pescador y mucha fe. Calle de pena ajena, y de coraje también, por el dineral que dejan los carros en el taller. Ni porque está a un lado del centro de Coatetelco y muy cerca de la parroquia, las autoridades se dignan a darle una pavimentadita.
JUSTO EN EL BLANDO: El jaripeo de la discordia de Coatetelco