Ni con la llegada de los fieles difuntos los panteones de Cuernavaca pueden lucir dignos para recibir a miles de visitantes. En el panteón de la colonia Antonio Barona, el olvido del Ayuntamiento que encabeza José Luis Urióstegui ha dado pie a que la delincuencia se apodere del lugar.

"…Sí se han metido a robarle las cosas a los difuntos, las tumbas que no tienen protección… si no estuvieran esas protecciones ni los muertos se salvaban porque ya ve que siempre viene la familia y ven sus cosas destruidas porque se robaban hasta las cruces”, declaró unas de las visitantes.

Se llevan desde cruces hasta protecciones

Son los familiares de los difuntos quienes reportan robos, desde cruces de metal, hasta estructuras de aluminio y herrería.

"…Un poquito más de vigilancia no porque de aquel lado pues cualquiera pasa por la barranca, cierran acá enfrente pero allá abajo está libre…ya ni los difuntos se salvan de la delincuencia”, comentó Vicente, visitante del panteón en la colonia Antonio Barona.

Años sin realizar mantenimiento y sin importar el pago de los contribuyentes

Por años, como parte del mantenimiento, el reglamento de panteones municipal señala que los dueños de cada tumba tienen que pagar 400 pesos por concepto de mantenimiento, aunque la basura, escombros y hierba hagan evidente que éste no se realiza.

Son los habitantes del municipio de Cuernavaca quienes exigen al alcalde José Luis Urióstegui y a su Director de Panteones, Pablo Martín Talavera Camacho, una estrategia determinante para dignificar el descanso eterno.

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