El pozole es uno de los platillos más emblemáticos de México, con variantes que cambian de región en región. En Morelos, además del pozole blanco, rojo y verde, existe una versión diferente: el pozole negro, una receta única que ha dado identidad culinaria al municipio de Xochitepec.
El origen de este platillo se encuentra en técnicas ancestrales, donde los ingredientes principales se tatemaban hasta adquirir un tono oscuro. En el caso de este pozole, el maíz cacahuazintle y los chiles secos como el pasilla, guajillo y mulato, se tuestan hasta lograr un caldo espeso y de color negro. Por lo que el sabor resulta ser más ahumado e intenso en comparación de los tradicionales.
¿Dónde se come el pozole negro en Morelos?
Aunque se prepara en distintas cocinas familiares, el lugar más representativo para probarlo es en Xochitepec, donde restaurantes, cocinas tradicionales y ferias gastronómicas lo ofrecen como orgullo local. También puede encontrarse en algunos festivales de comida en Cuernavaca y Jiutepec, pero su cuna sigue siendo Xochi.
¿De dónde es originario el pozole negro y dónde más es tradicional?
Si bien, no hay un registro oficial de dónde se originó el pozole negro, existe la versión de que el platillo fue creado por la cocinera tradicional María Isabel Gómez Rueda en Xochitepec, Morelos. Asimismo, se pueden encontrar versiones similares en Oaxaca y Guerrero, donde se emplean técnicas parecidas de tatemado de chiles y maíz para darle un color oscuro al caldo.
¿Cómo se prepara el pozole negro?
Este platillo se sirve tradicionalmente con carne de cerdo, aunque algunas recetas incluyen pollo. Lo puedes acompañar con rábanos, cebolla, lechuga, aguacate, chicharrón y orégano, tal como las otras variantes del pozole, sea blanco, rojo o verde. Sin embargo, su toque ahumado y su apariencia oscura lo distinguen, convirtiéndolo en un manjar que representa la riqueza gastronómica de la región sur de Morelos.
Sopa del cazahuate: Emblema Morelense