Hay temas dentro del espectro social que son comentados por muchas personas, pero que a veces avergüenza a la gente, ya sea por la afición que se tiene respecto al tópico, al rechazo o al ser señalados. Uno de ellos es el que habla de los exorcismos, pues aunque sea mero fanatismo en algunos, otros más tienen historias que rodean esta situación, e incluso hay quienes atraviesan por un momento así y necesitan la ayuda.
Sin por mera curiosidad quieres saber esta información, o buscas la ayuda de una autoridad eclesiástica calificada, te contamos cómo puedes pedir un exorcismo dentro de México.
¿Quiénes pueden realizar exorcismos y qué se necesita?
Cabe recalcar que la iglesia católica como institución sólo le da respaldo a las personas que están dentro del gremio para realizar exorcismos. Asimismo, sólo hay pocas personas dentro de cada diócesis que pueden realizar este acto.
Sólo los sacerdotes designados por el obispo diocesano tienen permitido hacer exorcismos. Asimismo, hay que excepciones, pero estas son temporales y sólo ocurren en situaciones adversas como la ausencia o muerte del padre especializado.
¿Cómo pido un exorcismo en la Iglesia en México?
Para que la iglesia pueda ordenar un exorcismo, primero deberás llamar al número de la Arquidiócesis Primada de México, el cual es el 55-55-10-27-00, o también puedes comunicarte con ellos a través de su sitio web. Posteriormente, se encargarán de hacer un estudio del caso y evaluar resultados psicológicos, pues se cree que el 90 por ciento de los casos son por facultades naturales.
Finalmente, la diócesis y el obispado autorizarán el exorcismo, aunque cabe aclarar que la mayoría de las solicitudes son rechazadas.
¿Cuáles son las señales de una posible posesión demoníaca?
La Iglesia Católica es cautelosa al identificar posesiones demoníacas, ya que son raras. La mayoría de los síntomas se explican por problemas psicológicos, estrés o enfermedades. Las señales no son “pruebas” infalibles, sino indicios que requieren investigación. Los principales síntomas sobre una posesión demoniaca son:
- Fuerza física inusual o sobrehumana
- Levitación (sólo en casos raros, pero sí hay hechos documentados)
- Conocimiento de idiomas desconocidos (xenoglosia)
- Revelar secretos ocultos de otros como pecados de testigos
- Rechazo violento a objetos sagrados
- Gritos, convulsiones o vómitos al ver un crucifijo, agua bendita, reliquias o al oír el nombre de Jesús, María o santos
- Cambios en la voz o apariencia
- Ojos vidriosos
- Deformaciones temporales
- Revelar eventos futuros o lejanos imposibles de saber
Otros indicios: Obsesiones suicidas o autodestructivas intensas, aversión al bien, odio a la oración o misa, o profanación de lo sagrado, como escupir hostias; o realizar prácticas ocultas como uso de la ouija, brujería o satanismo.
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