Un video viral en redes sociales está dejando a miles de usuarios con la piel de gallina. En él se observa un fenómeno tan inquietante como fascinante: el comportamiento cooperativo de miles de arañas que habitan en una gigantesca telaraña, recientemente descubierta por científicos europeos.
La estructura, localizada en la llamada Cueva del Azufre, justo en la frontera entre Albania y Grecia, cubre más de 106 metros cuadrados y alberga a más de 110 mil arañas de dos especies diferentes. Lo sorprendente es que, a pesar de ser animales solitarios por naturaleza, estas arañas han aprendido a convivir y tejer juntas, formando un ecosistema estable en un ambiente extremo y sulfuroso.
Los investigadores explican que el material de las telarañas, conocido como seda de araña, es uno de los biomateriales más resistentes del mundo, capaz de soportar tensiones mayores que el acero y con una elasticidad excepcional. Este descubrimiento no solo asombra por su magnitud, sino también por lo que revela sobre la capacidad de adaptación y cooperación en la naturaleza.
El estudio, publicado en una revista científica de biología, plantea que las condiciones del entorno —oscuridad, humedad constante y gases sulfurosos— podrían haber impulsado este comportamiento colectivo, algo nunca antes documentado en estas especies.
El hallazgo reafirma que, incluso en los lugares más inhóspitos del planeta, la vida encuentra formas sorprendentes de florecer.
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