Pero… ¿de verdad son más traviesos que los demás?

La ciencia dice que tal vez sí. Investigadores encontraron que el gen ARHGAP36, responsable del color naranja, podría estar ligado a ciertos rasgos de personalidad. De hecho, los estudios sugieren que estos felinos suelen ser más extrovertidos, aunque también un poquito más miedosos con los desconocidos.

Y ojo: como ese gen está en el cromosoma X, la mayoría de los gatos naranjas son machos. ¿Coincidencia o pura genética felina? Lo cierto es que, entre maullidos, saltos inesperados y mucho encanto, estos mininos siguen siendo un misterio adorable.

Porque, traviesos o no, los gatos naranjas se roban corazones (y snacks).

Tu carrito del súper podría traer “sorpresas” y no de las buenas