El Día de Muertos es una tradición que lleva realizándose desde la época prehispánica, y desde el 2008 fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, debido a la conquista sufrió algunos cambios, pues la introducción de ciertos elementos católicos alteró su origen, y con el paso del tiempo se convirtió en lo que conocemos hoy en la actualidad.
A continuación, exploraremos cuáles son los elementos que se mantienen desde las culturas antiguas que vivieron en el territorio de México, y cuales fueron agregados con el paso del tiempo por los españoles y el cristianismo.
¿Qué elementos de la ofrenda de Día de Muertos son de origen prehispánico?
Los pueblos mesoamericanos, como mexicas, mayas y purépechas, creían en la continuidad de la vida tras la muerte. El copal e incienso se usaban para guiar las almas ya que se creía que su humo purificaba el espacio. Por su parte, las flores de cempasúchil y pericón se usaban para atraer a los espíritus con su aroma y color.
Alimentos como tamales, atole y pan de muerto evocan a las ofrendas realizadas a deidades como Mictecacíhuatl, señora del Mictlán. El agua, sal y petate representan el viaje del alma y su purificación.
¿Qué elementos se añadieron a la ofrenda con la llegada de la conquista?
- Cruz de cal o ceniza
- Imágenes de santos o vírgenes
- Velas y veladoras
- Fotografías de los difuntos y objetos personales
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