La bioimpresión 3D está cambiando la forma en que entendemos la medicina: esta tecnología usa células vivas como tinta para crear tejidos humanos capa por capa. Lo que antes era un sueño hoy se convierte en una posibilidad muy real.
Ya se han logrado imprimir fragmentos de piel, hueso, cartílago e incluso pequeños trozos de hígado y riñón. El objetivo es que, en un futuro cercano, estas piezas se conviertan en órganos completamente funcionales y personalizados, listos para salvar vidas sin depender de un donante.
La combinación entre biología, ingeniería y tecnología está abriendo una nueva era donde el cuerpo humano se puede “reparar” como nunca antes. Quizás pronto, las impresoras 3D no solo fabriquen objetos, sino segundas oportunidades.
¿Por qué se arrugan los dedos en el agua?