En Austria ya huele a Navidad… pero también a susto. Y es que los famosos Krampus —esas criaturas con cuernos y cara de “te dije que te portaras bien”— ya están practicando para su gran salida del 5 de diciembre.
Según la tradición alpina, estos seres mitad demonio, mitad folklore navideño, acompañan a San Nicolás, pero no para repartir regalos: ellos castigan a los niños traviesos. Cada año, los pueblos se llenan de desfiles, máscaras terroríficas y campanas que anuncian que los “anti-Papá Noel” están listos para asustar (solo tantito).
Un ritual que mezcla fiesta, susto y tradición en partes iguales… y que demuestra que en Austria la Navidad también se vive con cuernos.
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