La saliva es esencial para hablar, comer y proteger nuestra boca. ¿Te ha pasado que al hablar sin querer lanzas unas gotitas de saliva? No es falta de educación, es ciencia.

Resulta que cuando hablamos rápido, con fuerza o pronunciamos sonidos explosivos como la ‘P’, ‘T’ o ‘B’, la presión del aire puede hacerte expulsar pequeñas gotas de saliva sin querer.

Escupir al hablar es más común cuando:

-Estamos emocionados o hablamos con intensidad

-Tenemos exceso de saliva por alimentos o nervios

-Pronunciamos palabras con sonidos fuertes o repetitivos

No es un problema médico, pero sí puede ser incómodo en reuniones, clases o entrevistas, puedes reducirlo:

-Hablando más pausado

-Manteniendo una buena higiene bucal

-Evitando hablar justo después de beber líquidos

Recuerda: escupir al hablar no es falta de respeto… es parte del cuerpo en acción

Los cítricos ayudan a prevenir resfriados ¡Una verdad universal!