Galeno desarrolló preparaciones medicinales a partir de plantas, minerales y extractos naturales, estableciendo métodos que dieron base a la formulación farmacéutica.
De hecho, el término “medicamentos galénicos” se sigue utilizando para referirse a las preparaciones hechas con sus principios. Su legado trascendió siglos y sentó las bases de la relación entre medicina y farmacia, diferenciando la labor del médico que diagnostica y la del farmacéutico que prepara y dispensa tratamientos.
Gracias a esta división, la farmacia evolucionó como una ciencia propia, enfocada en la investigación, el control de calidad y el cuidado del paciente. Hoy, los farmacéuticos no solo entregan medicamentos, sino que también orientan sobre su uso responsable y contribuyen a mejorar la salud pública.
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