Pero la realidad es un poco más compleja: un infarto ocurre cuando una arteria coronaria se bloquea y la sangre no llega al músculo cardíaco. Eso provoca daño en el corazón, sin importar si los latidos van a toda velocidad o muy despacio.
Ahora bien, durante un infarto es común que el ritmo cardíaco se vuelva irregular, lo que se conoce como arritmia. Puede acelerarse (taquicardia) o incluso detenerse de golpe. Lo importante no es tanto el número exacto de latidos, si no reconocer las señales: dolor en el pecho, falta de aire, mareo o sudor frío.
En esos casos no hay que esperar ni buscar remedios caseros: lo urgente es acudir de inmediato a un hospital. Tu corazón es fuerte, pero necesita que lo cuides y actúes rápido cuando da señales de alarma.
¿Cuál es el ritmo cardíaco normal? Así debe latir tu corazón según tu edad