El primer medicamento producido y comercializado de forma masiva fue la aspirina, lanzada por la compañía Bayer en 1899.

Su ingrediente activo, el ácido acetilsalicílico, se obtiene de la corteza del sauce, planta que ya usaban antiguas civilizaciones para aliviar dolores y fiebre. Lo innovador fue que, por primera vez, una sustancia natural se transformaba en un medicamento estandarizado, fácil de distribuir y con efectos comprobados.

Desde entonces, esta se volvió un básico en millones de hogares, usada no solo para el dolor de cabeza, sino también como protector cardiovascular en dosis específicas. Ese pequeño comprimido abrió el camino para la industria farmacéutica moderna y cambió la forma en que entendemos la salud.

Así que la próxima vez que veas una aspirina, recuerda: estás frente al pionero de todos los medicamentos de venta masiva.

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