El presunto influencer ofreció publicidad en sus redes como forma de pago por un departamento. Aclaró que buscaba ‘algo chiquito’ y que su intención era formal. La respuesta del vendedor fue breve y contundente: un solo signo de interrogación. Después compartió las capturas de pantalla y el caso explotó en redes.
Usuarios reaccionaron con humor, memes y críticas. Algunos lo vieron como una muestra de desconexión con el mercado inmobiliario, otros como una estrategia audaz. La identidad del influencer sigue sin revelarse pero su propuesta ya es parte del folclor digital.
En tiempos donde los likes valen más que el efectivo. La línea entre creatividad y absurdo se vuelve cada vez más delgada. Y tú, ¿aceptarías publicidad como forma de pago?
¿Qué es un soplo en el corazón y cuándo preocuparse?