Un penal es la oportunidad dorada para marcar gol, pero hay reglas que lo pueden hacer repetirse o anularse.
Para empezar, el balón debe estar quieto en el punto de penal. El portero, con un pie sobre la línea, y todos los jugadores fuera del área… ¡sin hacer trampa!
Si el arquero se adelanta o toca los postes, ¡se repite el penal! Si el cobrador hace fintas después de correr, tarjeta amarilla. Y si alguien más patea sin ser el designado… ¡falta y libre indirecto!
Y ojo, aunque el tiempo haya acabado, el penal SIEMPRE se cobra. Solo termina cuando el balón entra, sale o deja de moverse.
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