¿Sabías que existe una flor que, según la tradición, puede ahuyentar al mismísimo diablo si la colocas fuera de tu casa? Cada 29 de septiembre se celebra en Morelos a San Miguel Arcángel, y con ello llega también una costumbre muy especial: salir a cosechar el pericón, una planta de color amarillo y aroma intenso que se teje en forma de cruz. Estas cruces se llevan a bendecir a la iglesia y después se colocan en casas, autos o negocios como protección.

El pericón, también conocido en náhuatl como Yauhtli (que significa “niebla oscura”), ha acompañado a los pueblos originarios desde tiempos ancestrales. Se usaba no solo en rituales y ofrendas del Día de Muertos junto al cempasúchil, sino también como planta medicinal. Para nuestros antepasados, la cruz hecha con sus flores representaba los cuatro puntos cardinales y se colocaba al centro de las milpas para pedir lluvias equilibradas: ni demasiadas, que pudrieran el maíz, ni tan pocas, que impidieran el crecimiento de los elotes.

Originaria de México y Guatemala, el pericón (cuyo nombre científico es Tagetes lucida) no solo decora y perfuma, también simboliza protección, fe y equilibrio con la naturaleza.

¿El pericón para bajar la cruda? Usos del pericón que no conocías