La imagen causó alarma entre transeúntes y autoridades, quienes temieron lo peor. El forense del condado de San Bernardino intervino para examinar el objeto y confirmó que no contenía restos humanos, sino que se trataba de una construcción artificial con aspecto macabro.
Horas más tarde, las autoridades identificaron a Héctor Corona Villanueva como presunto responsable. Fue arrestado bajo sospecha de haber realizado un reporte falso de emergencia y de plantar evidencia de manera intencional para simular un crimen.
Lo que parecía una escena de terror, terminó siendo una broma pesada... que le costó caro.
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