Un equipo de científicos europeos del ACS Applied Optical Materials, descubrió que la piel de cebolla roja puede bloquear hasta el 99,9 % de los rayos ultravioleta, superando incluso a los plásticos usados en la industria

El secreto está en las antocianinas, pigmentos naturales que absorben la radiación dañina sin impedir el paso de la luz, visible e infrarroja necesaria para generar electricidad. Así, las películas elaboradas con extracto de cebolla y nanocelulosa no solo son biodegradables, sino que además permiten extender la durabilidad de los paneles solares hasta seis veces más que los filtros convencionales.

Este avance abre la puerta a un futuro donde residuos vegetales puedan reemplazar materiales derivados del petróleo en tecnologías limpias, desde paneles solares hasta dispositivos electrónicos biodegradables. Un recordatorio de que la naturaleza puede ofrecer soluciones simples a grandes retos ambientales.

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