El solsticio y el equinoccio son fenómenos astronómicos que marcan el cambio de las estaciones, pero también están cargados de significados místicos, religiosos y culturales.
Se cree que estos fenómenos poseen una carga energética que ayuda a purificar el alma y a conseguir una renovación en la vida personal.
Anteriormente, los mayas, egipcios y celtas, utilizaban estos eventos para tener un control sobre cuándo era la mejor temporada para la siembra y realizar sus rituales de agradecimiento.
Diferencia entre el equinoccio y solsticio
La principal diferencia entre estos dos fenómenos astronómicos es la temporada en la que se dan, mientras que uno maraca el inicio de la primavera y otoño, el otro lo hace con el verano e invierno.
El equinoccio ocurre al inicio de la primavera, entre el 20 y 21 de marzo, y en el comienzo del otoño, entre el 22 y 23 de octubre. El día y la noche tienen la misma duración en todo el planeta gracias a la posición del Sol, que se encuentra en el Ecuador Celeste.
Por su parte, el solsticio marca el comienzo del verano e invierno, este evento ocurre entre el 20 y 21 de junio y entre el 21 y 22 de diciembre. Este fenómeno cambia dependiendo del hemisferio.
En junio, el hemisferio norte presenta su día más largo en todo el año, mientras que en el hemisferio sur, el día más corto.
En diciembre todo cambia, el hemisferio norte presenta su día más corto y en el hemisferio sur el día más largo.
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