Si alguna vez has escuchado a alguien decir que anda “achicopalado”, no habla de comida ni de un animal raro: se refiere a estar triste, desanimado o con el ánimo por los suelos.
La palabra se usa muchísimo en el habla cotidiana y puede aplicarse a personas, mascotas y hasta plantas que se ven medio caídas. Aunque suena chistosa, describe perfecto ese estado en el que uno quiere pausa, apapacho y quizá un chocolate.
Su origen no está del todo claro, pero hay quienes creen que viene del náhuatl y que siempre ha tenido ese toque emocional.
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