Un estudio reciente revela algo inquietante: el aire que respiramos dentro de nuestras casas y coches contiene miles de microplásticos invisibles, ¡hasta 68,000 partículas al día! Estas partículas diminutas, más finas que un cabello, pueden llegar a lo más profundo de nuestros pulmones y transportar aditivos químicos potencialmente dañinos.
La fuente está más cerca de lo que pensamos: textiles sintéticos, muebles, alfombras, electrodomésticos y plásticos de uso diario. En coches, el espacio reducido y la ventilación limitada hacen que la concentración sea aún mayor. Aunque eliminarlos por completo es imposible, podemos reducir la exposición: ventilar, limpiar con paños húmedos, usar aspiradoras con filtros HEPA y optar por fibras naturales son pasos simples y efectivos.
Este hallazgo nos recuerda que la contaminación ya no está solo “afuera”: nos rodea en nuestro hogar y debemos tomar conciencia.
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